Cuando descubrí Reiki sentí que me habían dado una brújula maravillosa con la cual ya no podía perderme. Una manera nueva de ver las cosas con más equilibrio, confianza y naturalidad. La tranquilidad inundó mi vida, todo empezó a cambiar a mi alrededor, incluso yo misma.
El resultado inmediato de recibir Reiki fue una gran relajación. Al salir de la consulta, no sólo tienes paz interior, sino la sensación de haber entrado en un lugar sagrado de misma.
La visión de las cosas empezaba a ser distinta. Ya no me preocupaba por ciertos asuntos, ni me enfadaba si las cosas no salían como yo esperaba. La necesidad de controlarlo todo fue modificándose paulatinamente hasta transformarse en confianza en mí misma (sólo eso lo puedes controlar).
El dolor duraba menos y la sensación de tranquilidad y felicidad más.
Recibir Reiki me ha cambiado en muchos sentidos. Hizo que vibrara y sintiera un Amor difícil de explicar. Un amor que se empezaba a extender hacia todo a mi alrededor. Un amor compasivo que no entiende de bueno y malo, de mejor o peor, de bien o mal sino que Amaba.
Es una terapia energética, sutil y amable con tu cuerpo pero muy poderosa. Gracias a su aplicación habitual pude cambiar muchos patrones de conducta y pensamiento que no me dejaban mostrar la belleza que habita en nuestro interior.
Mi experiencia puede ser también la tuya, ADELANTE.
